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El momento en que me enteré del dictamen médico de mi hija pequeña está fotograbado para siempre en mi memoria como un mal tatuaje. Acababa de apagar el televisor en la sala de estar cuando apareció una notificación en mi teléfono con los resultados de su resonancia magnética.

Llegó mi peor pesadilla.

Intercambiamos planes de verano en la playa con visitas a hospitales infantiles a lo desprendido de la costa este. Nos blindamos mentalmente para una de las operaciones más serias que una persona, y mucho menos un nene, podría soportar, y esperábamos lo mejor.

Pero cuando llegó a cuidados intensivos con un vendaje más o menos de la comienzo y la cara, supimos que había habido una complicación. En motivo de la estancia en el hospital de cinco días que esperábamos, sufrió una hospitalización de meses que dividió a nuestra grupo entre dos estados.

Y, mientras tanto, dirigía un negocio: la puesta en marcha del motor de búsqueda de vitalidad de niño, Sleuth. La cofundé en 2020, inspirado por la dificultad de comprender y obtener ayuda para sus síntomas desconcertantes (pero estables), y la labor se volvió aún más importante para mí cuando recibimos un dictamen tan formal.

Dirigir un negocio mientras cuidaba a mi hija fue difícil, pero extrañamente, este duro verano de 2021 me ha convertido en un mejor emprendedor y líder. Así es como cambié.

Aprendí a escribir mis propias reglas de negocio.

Me acurruqué pegado a mi hija en una cama de hospital de un medida de orondo durante 68 noches. Se quedaba dormida y yo pasaba las siguientes horas con un protección debajo de su comienzo mientras escuchaba podcasts inspiradores para prepararme para el día futuro.

En esos momentos de silencio, supe que nunca saldría con la misma persona. Entonces, ¿cómo podría envidiar el mismo encaje de negocios que estaba jugando antiguamente? Trabajé muy duro para ser tangible para los inversionistas y otras partes interesadas en el ecosistema de inicio, siguiendo un manual de jugadas que pensé que todos los empresarios respaldados por VC deberían seguir.

Pero yo no era como los demás: era una causa del sur de Asia de un nene con deyección especiales que inició un negocio basado no en el deseo de construir el próximo unicornio, sino en mis dificultades para obtener la información que necesitaba. Subconscientemente, siempre supe lo atípico que era, pero soportar el peor círculo de mi vida me liberó para habitar mi propio manual de jugadas.

A partir de ahí, mi voz, en las redes sociales, con los inversores, con los socios, se volvió mía sin disculpas. Por ejemplo, solía pensar que los fundadores en etapa temprana tenían que estar de cierta modo o sonar de cierta modo para ser tomados en serio, como si lo tuvieran todo resuelto, pero ahora aparezco en IG Lives exactamente como soy: una causa trabajadora, que Es posible que no haya dormido lo suficiente la oscuridad preliminar, pero desea utilizar la tecnología para entregar la vitalidad de los niños.

Dejé de externalizar mi confianza

Es irrealizable dar los detalles de cómo es ser padre de un nene con deyección médicas. Pero cuando los amigos cercanos me recuerdan que me detenga y aprecie lo extraordinario que es codirigir una empresa nueva y criar a un nene con deyección especiales al mismo tiempo, me doy cuenta de que mi fortaleza es profunda. Cada uno de nosotros tiene circunstancias únicas que parecen insoportables para otra persona, pero que podrían ser una fuente de fortaleza para nosotros mismos.

Ahora me busco a mí mismo en rebusca de respuestas y confianza en motivo de mirar a los demás en rebusca de afirmación. Mi tono ha cambiado de tratar de convencer a la muchedumbre de Sleuth a tener una conciencia interna de que estamos construyendo poco que es obvio. Una vez arrojé a Sleuth a una habitación en el Clubhouse y recibí críticas mordaces por la idea de un enjuiciador. En otra ocasión, un patrón experimentado me dijo que no tenía suficientes «habilidades técnicas». En el pasado, estos comentarios pueden haberme aplastado. Pero ahora que confío en mi propia fuerza, siempre sé que no solo es el camino correcto para mí, sino que es un camino que tendrá éxito.

Aprendí a indisponer mejor las duras realidades

No se puede de alguna modo tener un dictamen médico—lo tiene o no lo tiene. Y no podría desear la condición de mi hija. Desavenir realidades duras en su dictamen me hizo indisponer realidades duras en los negocios.

A veces es difícil dar un libranza cuando una táctica o logística no funciona, pero ahora estoy más lúcido que nunca sobre lo que funciona y lo que no. Por ejemplo, pasé dos meses cultivando relaciones con un rama de organizaciones benéficas centradas en la vitalidad, y cabal antiguamente de firmar dos acuerdos, me retiré porque no era el momento adecuado. Fue una gran trofeo triunfar credibilidad con estas organizaciones estimadas, y se sintió tonto dar un paso al costado, pero simplemente no teníamos el orondo de pandilla para un compromiso profundo. Es mucho más manejable cambiar de rumbo rápidamente por la vitalidad del negocio sin advertir que tengo que duplicar una posición preliminar porque no puedo amparar que me equivoqué.

Me di cuenta que a veces solo hay una prioridad

Al principio traté de trabajar mientras mi hija estaba hospitalizada. A posteriori de regañarme por un evento en segmento fallido, un amigo médico me llamó para iniciar una intervención. «Estás textualmente en medio de un trauma», me dijo. «No es justo esperar tanto. Tus únicas obligaciones son engullir, tumbarse y estar con tu bebé. y el hecho de que todavía estés de pie es un gran logro en sí mismo.

Aprendí que emergencias como esta requieren que deje todas las bolas y me concentre en una, y desde entonces lo hice. Si no me hubiera centrado nada más en gobernar la atención de mi hija mientras estaba en el hospital, hoy no se estaría recuperando aceptablemente y probablemente no habría podido retornar a trabajar.

Como emprendedor, es común hacer malabares con múltiples prioridades, pero esta situación me recordó que hay momentos en los negocios que además requieren toda mi atención (y no solo en situaciones de crisis). En mayo, fui invitado a la Casa Blanca para una recibo con el presidente Biden y quería disfrutar al mayor esta oportunidad única. Llegué primero a la puerta de seguridad, lo que me permitió estar aceptablemente sito cuando el presidente pronunció un discurso y abandonó el círculo. En medio de un mar de otras personas, logré presentarle a Sleuth, tomar un video con mi mano izquierda mientras mi mano derecha apretaba la suya, y la Casa Blanca tuiteó nuestra foto. Fue una gran oportunidad, y una oportunidad que caldo de estar absolutamente presente y enfocado en el momento.

Aprendí que los datos son un contraveneno contra la helicoidal

Uno de los mejores neurocirujanos pediátricos nos dejó a nosotros, su grupo, el momento de la operación de mi hija. Fue desalentador y una osadía diferente a todo lo que había enfrentado. Nuestra referéndum podría cambiar el curso de su vida para siempre.

Pero fuimos deliberados. Llamamos a todos los médicos que conocíamos y les pedimos que nos pusieran en contacto con otros neurocirujanos. Hablamos con cada uno de ellos y tomamos notas detalladas. Dibujamos árboles de osadía y los peores escenarios y los calificamos según la solemnidad de sus molestias y síntomas actuales. Al final, la colección de los puntos de datos relevantes nos permitió tomar una osadía que aún mantenemos hoy.

La fidelidad de tener un proceso de toma de decisiones basado en datos –y presione por la transparencia de las partes interesadas, quédese conmigo. Cuando siento ansiedad por su futuro o cuando me enfrento a una osadía importante sobre Sleuth, me detengo y recopilo los hechos. Siempre pinta una imagen diferente a donde la única aparejo con la que pinto es mi emoción.

Como dueño de un negocio, hay muchos objetos brillantes y tentadores que perseguir, como asociaciones, inversiones potenciales o exposición de relaciones públicas. Une opportunité de parler à Los Angeles s’est présentée au cœur de l’hiver à New York, et en quelques minutes, mon esprit a déjà dérivé vers l’embarquement dans l’avion, l’atterrissage par 80 degrés et le discours de mi vida. Pero cuando calculé los datos (los costos de delirio, el tiempo que pasó fuera del trabajo, el cuestionable retorno de la inversión), estaba claro que tenía que tener éxito.

Vi que una ruptura no es señal de fracaso; es una señal para pedir ayuda

Ver a mi hija sufrir me rompió, pero no quería que sintiera mi miedo. Tenía un trabajo paralelo como actriz casi todos los días: animadora para mantenerla motivada a través de las terapias, abogada para reconciliar por la atención médica adecuada y una red de poder para entablar amistad con todas las enfermeras.

Pero me alcanzó, y una mañana rompí a rezumar desesperadamente frente a una diestro en infancia, Kristi. Ella me miró a los luceros y dijo: «Te tengo». Rápidamente me despidió con instrucciones de no regresar al hospital hasta la oscuridad. Ella impulsó al resto del equipo de atención para comprobar de que mi pequeño estuviera ocupado y acertado, y me fui con el alivio mental que necesitaba desesperadamente.

Existen medios similares para el emprendedor que carga demasiado sobre sus hombros; a veces, lo más difícil es tener el coraje de usarlos. Esta fue quizás la disciplina más difícil de memorizar y poner en actos para mí, porque la novelística dominante de iniciar una startup es apresurarse a toda costa.

Pero estoy agradecido de sobrevenir aprendido a apoyarme en mi cofundador y seguidores. Sorprendentemente, ser destapado sobre cuándo peleo ha cedido motivo a más y mejores oportunidades que antiguamente. Publico en las redes sociales sobre mis desafíos como causa médica y fundadora, y desde allí me invitaron a tres podcasts, obtuve una entrevista en la televisión regional y cultivé relaciones más profundas con los primeros usuarios e inversores.

Ponerme la máscara de oxígeno no es el acto de desesperación en el que alguna vez pensé; es un acto de ocurrencia que asegura que me doy a mí y a mi negocio las mejores condiciones para crecer y prosperar.

Julio de 2022 marca un año desde el dictamen de mi hija. Me sigue sorprendiendo lo mucho que he cambiado como persona y como emprendedor. Y aunque desearía que ella no tuviera que acontecer luego, soy consciente de que la experiencia ha producido una poderosa transformación que me permite dar vida audazmente a la visión de Sleuth.





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